"Es la música que hay en nuestra conciencia, el baile que hay en nuestro espíritu,
lo que no quiere armonizar con ninguna letanía puritana, con ningún sermón moral..."
(Nietzsche: Más allá del bien y del mal, 216)


Introducción a la Brujería

por Phil Hine




La Brujería (también conocida como Magia de los Resultados o Lanzamiento de Hechizos) se entiende generalmente como el uso de técnicas y perspectivas mágicas para producir un cambio en nuestro entorno material. El uso de técnicas mágicas para conseguir resultados directos ha sido considerado tradicionalmente como "Baja" Magia, mientras que la búsqueda de crecimiento espiritual, de la unión con nuestra propia "Identidad Superior", o de conseguir trascender el mundo material era, por supuesto, "Alta" Magia. Esta distinción ha perpetuado la división del mundo en materia y espíritu, subjetivo y objetivo, y refleja una filosofía general (compartida tanto por la ciencia como por la religión) que considera las exigencias de la vida cotidiana como inferiores a la metafísica abstracta.


Antes del surgimiento de esta creencia y filosofía dualista que rechaza al mundo, los brujos fueron respetados (y a veces temidos) por su poder de influir a su favor en los acontecimientos. Por ejemplo, del brujo chino Chuko Liang se dice que invocó a los espíritus del viento de una manera que le sirvió a su maestro Liu Pei para ganar la Batalla del Peñasco Rojo (261 a.C.).

Para el mago moderno esa es una distinción artificial y en gran parte un reflejo de las propias limitaciones. La brujería es valiosa por una serie de razones.

1) Primero, porque el éxito con las técnicas de brujería introduce en nuestra mente la certeza de que LA MAGIA FUNCIONA, de una forma que los argumentos intelectuales y la práctica sin propósito claro no pueden conseguir.

2) Segundo, porque trabajando con las técnicas de brujería, el análisis riguroso de las propias motivaciones y de los complejos de deseos es en sí mismo iluminador y de gran ventaja para el desarrollo mágico.

3) Tercero, porque la propia práctica de la brujería lleva a consideraciones de ética personal. Si uno se toma en serio producir cambios en el mundo, debe también aceptar la responsabilidad de esos cambios. Más aún: producir cambios en el mundo tiende a producir cambios personales. Si hago un encantamiento para conseguir fama, debo ser capaz de cambiar para hacer el mejor uso de esa fama.

4) Cuarto, la brujería práctica exige resultados reconocibles. Si decido hacer un encantamiento para conseguir salud, debo ser capaz hasta cierto punto de explicar cómo ha contribuido la brujería a mi salud.

5) Finalmente, la brujería que tiene éxito exige que prestemos atención al mundo tal como es, no como quisiéramos que fuera. Uno de los grandes peligros del desarrollo mágico es la tendencia de la gente, cuando la cosa avanza, a retirarse ellos mismos a una fantasía segura donde se sienten reyes del espacio infinito. La brujería, que se ocupa del mundo cotidiano, puede ayudarnos a mantener los pies en el suelo, cosa que es muy importante cuando se quiere alcanzar las estrellas.


Brujería interesada

Para ser efectivo, tu acercamiento a la brujería debe estar interesado en cambios en tu situación vital. Esto se comprenderá mejor diciendo que no es intentar tomar un "bocado" fuera del universo, sino intentar maximizar tu efectividad en las diferentes esferas de la acción. Por ejemplo, hay poco sentido en hacer un encantamiento para encontrar un nuevo trabajo si te falta tanto la seguridad que arruinas cada entrevista que consigues por este método. Se dice a menudo que parece que la Magia ataja por la ruta más fácil posible, y esto debe tenerse siempre en cuenta.


Dinámica de la Brujería

El acto de soñar despierto o desear que algo suceda es raramente efectivo, porque un deseo original rápidamente cae en las redes de las expectaciones en conflicto: miedo al fracaso, miedo al éxito, posibles consecuencias, preocupaciones, identificaciones del ego. A menudo los deseos parecen realizarse cuando ya los hemos olvidado — cuando ya no estamos dándoles vueltas mentales constantemente (y a qué haremos cuando se produzcan). El conocimiento de este proceso es una clave para la Magia con éxito en general, y para la brujería en particular.

Hay una enorme gama de técnicas de brujería que se pueden conseguir en los libros mágicos, y se descubren más según los magos van desarrollando sus acercamientos altamente personales a los trabajos de brujería.

Sin embargo la mayor parte de los actos de brujería están sostenidos por un mismo conjunto de dinámicas, que pasaré a examinar brevemente.


a) Intención

Obviamente, antes de intentar llevar a cabo un acto de brujería, debes tener un cierto grado de claridad sobre tus intenciones y el resultado de tu trabajo. Las intenciones pueden ser generales o específicas. Las intenciones generales abarcan un área determinada de la experiencia vital (a veces conocida como una "esfera de influencia"). Por ejemplo, si llevas a cabo un trabajo de brujería para mejorar tu salud en general, entonces estás tocando cualquier área de la experiencia que pueda afectar al tema de tu "salud". Si, por el contrario, optas por un objetivo específico —"Quiero que mi rodilla mala se ponga buena rápido"— pones condiciones más específicas para el éxito.

Cada orientación tiene sus pros y sus contras. La brujería que busca un objetivo general (y por lo tanto un resultado general) —como salud, fuerza, protección, vitalidad, riqueza, etc.— puede ser útil, pero es fácil considerar los resultados de esos encantamientos como coincidencias, especialmente si todavía estás luchando para demostrarte a ti mismo que la Magia funciona. Los trabajos generales también pueden ser beneficiosos en cuanto es normalmente más fácil "olvidar" que has realizado un acto de brujería para mejorar tu fuerza, y puede ser que sólo meses más tarde repases los acontecimientos y te des cuenta de cómo ha cambiado tu situación vital (debido a coincidencias fortuitas y a tus propios cambios de comportamiento y actitud) conduciendo a una situación en la que has incrementado tu fuerza.

Las intenciones específicas tienen un mayor impacto sobre nosotros cuando se producen. Y sucede que a menudo los deseos específicos son los realmente importantes para nosotros, especialmente cuando se trata de aspectos de la vida como el sexo o el dinero (la magia del amor, o al menos la magia de la atracción, es muy popular). Además es difícil "olvidar" el encantamiento que hemos realizado, ya que estamos muy "enganchados" a su objetivo. Es apropiado para el trabajo de brujería cultivar tu habilidad en Relajarse en el Presente. Hay toda una variedad de "trucos" de brujo para ayudar a "perder" un objetivo mágico de la consciencia, que trataré después.


b) Vinculación del objetivo a una forma-deseo 

Es sencillamente el proceso de hacer una asociación entre tu propósito (y el resultado que deseas) y algún tipo de Foco que no evoque en la mente directamente tal propósito. Cuando llevas a cabo tu trabajo de brujería o encantamiento, diriges toda tu atención hacia este Foco mientras usas varias técnicas mágicas para llevarte tú mismo a un intenso Estado Alterado de Consciencia. En el momento en que la Gnosis (concentración) se alcanza, la atención es desviada abruptamente del Foco y el conjuro es "lanzado" — a menudo acompañado de algún gesto o vocalización (o visualización) de la forma-deseo perdiéndose a gran velocidad en el vacío.

Hay muchos tipos distintos de forma-deseo, volveré sobre ellos después.


c) Velocidad de fuga

Aunque ya he mencionado antes el uso de Estados Alterados de Consciencia, esto requiere cierto desarrollo, especialmente la idea de alcanzar la Gnosis. Conseguir la Gnosis es una experiencia muy impredecible, que depende mucho de las técnicas empleadas y de tu estado mental y de salud generales. Así que sólo tú puedes juzgar cuándo has alcanzado un grado de Gnosis apropiado para lanzar tu objetivo al vacío.


d) El cheque está en el correo 

Como se ha señalado antes, el elemento crucial de la brujería es "perder" de tu consciencia el deseo de que suceda algo, tras haber llevado a cabo un encantamiento para que "se haga eso". Una vez que has arrojado tu objetivo al vacío, no necesitas gastar más tiempo mental o energía emocional en este asunto. Una manera de reforzar este olvido es cerrar un trabajo de brujería con un Ritual de Destierro. Como se ha dicho antes, puede ser difícil olvidar lo que has hecho, especialmente si es algo que realmente quieres que ocurra. Las posibilidades para evitar este problema incluyen: conseguir que alguna otra persona lleve a cabo ese acto específico de brujería de tu parte, o realizar encantamientos para objetivos en los que no estás especialmente interesado, o hacer encantamientos para resultados que sean bastante específicos, pero no especialmente significativos. Por ejemplo un objetivo específico (pero sin significado) puede ser: "Es mi deseo ver una mujer pelirroja llevando un pequeño perro faldero mientras viajo en el transporte público".


Formas-deseo

En esta sección voy a destacar algunos de los tipos de formas-deseo más empleados en la brujería práctica.


Sígiles

Se ha escrito mucho sobre la técnica de hacer sígiles, que es en sí bastante sencilla. En líneas generales, los sígiles son excelentes para conseguir resultados precisos, a corto o largo plazo, lo que los hace idóneos para los trabajos de Magia de Resultados — curación, manipulación de hábitos, inspiración, control de sueños y similares. Tras haber decidido un objetivo concreto que se va a declarar como un acto de brujería, hay varios modos de formar un sígil basado en ese objetivo:

(a) Monograma: Escribe tu propósito, tacha todas las letras repetidas y con el resto diseña un glifo. Este puede ser colocado sobre un trozo de papel para una visualización intensa durante un ritual "excitatorio", o visualizado sobre tu propio reflejo en un espejo, hasta que el espejo se oscurezca y el sígil resplandezca luminosamente en el ojo de tu mente.

(b) Mantra: Pon por escrito tu propósito, codifícalo en una frase o palabra sin sentido que pueda ser cantada. De modo alternativo, puedes reorganizar las letras de tu declaración u objetivo para que se vuelva otra frase, que pueda ser usada como mantra. Por ejemplo: "I desire assistance in house-hunting" ("Deseo ayuda para encontrar una casa") puede convertirse en "The Sun can sing" ("El Sol puede cantar").

Los sígiles personales también pueden incorporarse en talismanes y amuletos convencionales, y hay muchas formas diferentes de usarlos, algunas de las cuales las descubrirás mediante experimentación.


Rimas 

Los conjuros más efectivos usan versos simples y rítmicos que, aunque a veces aluden al deseo o resultado del conjuro, pueden ser a menudo muy efectivos para establecer una sensación de momentum para el conjuro. Este es un ejemplo de un conjuro rítmico de este tipo (fácil de recordar tras haberlo oído unas cuantas veces):

Creatures of Fire, this charge I give 
No evil in my presence live 
No phantom, spook, nor spell may stay 
About this place not night nor day 
Hear my word addressed to thee... 
This is my will, so mote it be.

[Traducción no rimada:
Criaturas de Fuego, esta tarea os encargo 
Que nada malo viva en mi presencia 
Que ni fantasma, ni espectro, ni conjuro pueda quedarse 
En este lugar ni de día ni de noche 
Oye mi voz dirigida a ti... 
Esta es mi voluntad, que así sea.]


Cuerdas

Usar cuerdas o cordones puede ser una forma de lo más efectiva para combinar el movimiento físico y la realización de una tarea repetitiva mientras se usa un mantra, un conjuro de palabra o una imagen visualizada como parte de una operación de brujería. Por ejemplo, puedes usar cuerdas de colores para representar los distintos "hilos" de tu propósito, y anudarlas juntas o hacerlas moverse entre tus dedos mientras recitas un mantra o una rima. El número de nudos puede estar relacionado con el número de veces que se ha repetido un mantra o una rima, de la misma forma en que los budistas o los católicos llevan las oraciones con cuentas. Puedes también "atar" conjuros en los nudos, y activarlos desatando los nudos en un orden especial. Las cuerdas anudadas pueden colgarse alrededor de tu casa, atarse a árboles, etc. También puedes utilizar cuerdas para fabricar redes. Un ejemplo de una estructura de este tipo es el atrapa-sueños, pero puedes poner redes para "atrapar" un resultado especial que desees. Por último, juegos con cuerdas como el ayatori o las cunitas [cruzarse cuerdas o gomas entre los dedos y estirarlas, formando diferentes figuras, N. del T.] pueden usarse también como focos para deseos en los trabajos de brujería.


Velas

La Magia de las Velas es una forma muy popular de lanzar conjuros, y hay muchas formas de usar una vela en una operación de brujería. Las velas pueden "personalizarse" grabándoles sígiles formados a partir de un nombre, propósito, etc. Mirar fijamente la llama vacilante de una vela puede inducir un Estado Alterado de Consciencia. Puede escogerse velas para representar diferentes atributos o intenciones, usando las correspondencias más usuales. Una forma muy popular de usar velas es "ungiéndolas" con un aceite aromático (que a su vez puede escogerse a partir de correspondencias mentales personales o más usuales) y dejándolas consumirse, bien como una parte de tu ritual, bien para "lanzar" el conjuro a través de un ritual de cargado de la vela.


Muñecos

El uso para la brujería de muñecos mágicos se encuentra en las prácticas mágicas de todo el mundo, y tiene unos orígenes muy antiguos. Los muñecos pueden hacerse de diversos materiales — tradicionalmente la cera y la madera fueron los más frecuentes. Los intentos de crear vida a nuestra imagen y semejanza se encuentran en los mitos de los golems, de los homunculi y de Frankenstein, así como en Pinocho y otros muñecos vivientes. La Magia de los Muñecos se usa popularmente para afectar directamente a otra persona, por ejemplo en trabajos de sanación, de influir en una relación (acercando dos muñecos o separándolos) o de maldición. Si haces un muñeco para hacer Magia en favor de alguien, puedes, con su consentimiento, poner algo de pelo, uñas o fluidos corporales de esa persona en el muñeco, mientras lo nombras o le hablas como si fuera esa persona.


Espíritus 

Es frecuente que los brujos invoquen a distintos espíritus para que les ayuden en sus conjuros. Los espíritus pueden ser antepasados, animales totémicos, elementales, espíritus de un lugar especial (genius loci), demonios personales, duendes de los bosques o dioses de la hechicería. Sin caer en disgresiones sobre modelos o teorías mágicas de la acción de los espíritus, a continuación expongo una técnica sencilla para "crear" espíritus personales para el trabajo de brujería. Todo lo que necesitas es alguna base material en la cual pueda alojarse un "espíritu". Puede ser una tetera, un osito de peluche, una figurita a escala (como las usadas en los juegos de fantasía), una caracola marina, o cualquier otra cosa que consideres apropiada. Una vez que tienes tu objeto (sí, este es el foco del espíritu), examínalo y decide qué tipo de espíritu podría vivir en él, o bien, si el objeto tiene forma de un ser vivo, qué tipo de espíritu es. Teje una historia sobre este foco y luego interactúa con el objeto como si fuera un espíritu, o contuviera un espíritu.

Una vez hice esto con un duendecillo de plomo, sobre el que decidí que tenía el "poder" de encontrar objetos domésticos perdidos. Cada vez que perdía algo, iba y le pedía por favor al duendecillo que lo buscara por mi. Cuando después encontraba el objeto perdido (a menudo muy rápidamente, en cuanto me "distraía" momentáneamente de preguntarme dónde estaba la cosa), le daba las gracias al duendecillo, y de vez en cuando le hacía un regalo — una moneda de plata, incienso, o una flor. Y siempre le decía hola cuando pasaba delante de él. Al final convencí a otra gente de la casa para que trataran al duendecillo de la misma manera, y se puso a encontrar cosas para ellos también. Todo esto es así de sencillo, especialmente si necesitas espíritus para asistirte en situaciones de la vida diaria.

Una manera muy sencilla de encontrar un "nombre" para un espíritu es condensar la "tarea" del espíritu en una o dos palabras, o en una frase corta, y luego darles la vuelta y ponerlas juntas. Por ejemplo un espíritu cuya tarea es ayudarte a encontrar lápices o bolígrafos puede ser formado a partir del objetivo "Lápiz aquí", y así puede tener el nombre "Icazipal", que puede sonar apropiadamente "mágico" si se canta. Pienso que es una buena idea recompensar a los espíritus si trabajan para ti, por lo que cuando crees espíritus, haz cosas que pienses que puedan agradarles. Por ejemplo "Icazipal" se quedará muy complacido si colocas los lápices que él encuentra para ti en un plumier especialmente decorado, de modo que pueda "guardarlos" hasta que a la larga vuelvan a perderse.


Amuletos y Talismanes

Un Amuleto es normalmente un "objeto encontrado" que se guarda o se da a alguien para procurar suerte, fortuna o protección contra el mal. Entre los ejemplos se encuentran la arquetípica "pata de conejo" o los tréboles de cuatro hojas.

Un Talismán es un objeto que ha sido "cargado mágicamente" con un especial tipo de influencia. Es decir, el objeto ha sido preparado especialmente mediante el uso de un ritual orientado a focalizar la atención del mago en determinadas cualidades o influencias. Así un talismán hecho con la intención de robustecer la autoconfianza del que lo lleva en situaciones sociales puede llevar grabados o pintados símbolos solares (la autoconfianza se relaciona frecuentemente con el Sol en las tablas de correspondencias) y venusianos (algunos magos dicen que Venus es el planeta vinculado en general con las relaciones con los demás). El que hace un talismán así puede haber focalizado toda su atención en el talismán mientras usaba una amplia gama de símbolos del Sol y de Venus. Los talismanes deben ser guardados normalmente en una bolsa o en una caja hasta que hagan falta (a menos que el talismán sea para llevar continuamente) — ya que esto ayuda a conservar su "significado especial", que de otra manera podría perderse rápidamente. Todo tipo de objeto "especial" creado mágicamente debería ser tratado con cuidado.


Brujería y adivinación 

Los actos de adivinación pueden ser muy útiles en la práctica de la brujería. La razón de esto es que nuestro deseo inicial (o de "superficie") de hacer un encantamiento dirigido a un propósito específico puede que no sea el punto más efectivo desde el que dirigir nuestro conjuro. Por ejemplo, un brujo decide que va a lanzar un sígil para mejorar sus oportunidades de encontrar trabajo. Al usar un método de adivinación para examinar los diferentes aspectos de su deseo, descubre que no está seguro de cómo ponerse a buscar el trabajo que desea, por lo tanto decide hacer su primer encantamiento de forma que sea un conjuro para encontrar a alguien que le pueda asesorar. Puedes usar los métodos adivinatorios no sólo para observar los aspectos de tus propios deseos, sino también para recoger información sobre otras personas. Un antiguo estudiante me contó que él una vez planeó hacer un conjuro para ayudar a que la relación de dos de sus amigos siguiera adelante. Mediante una lectura de tarot descubrió que uno de ellos parecía desesperadamente infeliz con la relación, y entonces se dió cuenta de que lo primero que había pensado que era "lo mejor" que podía hacer estaba distorsionado por sus ideas preconcebidas sobre la situación.

Usar un método de adivinación antes de lanzar un conjuro es una excelente manera de obtener cierta "objetividad" sobre la situación o el propósito. Aunque los magos usan energía emocional en el acto del encantamiento, las cosas son más efectivas si el deseo que quieres conjurar es examinado en estado de calma, con la mente fría. Así se unifican Voluntad y Deseo, antes de que comience cualquier proyección ritual que se haga de ellos.


Brujería y Gnosis 

Por ahora podemos considerar el logro de Estados de Gnosis como el "combustible" para los Trabajos de Brujería. Uno de los procedimientos más simples para lanzar un conjuro es visualizar intensamente un sígil o símbolo de la intención brillando luminosamente en el ojo de tu mente, hasta anular la consciencia de cualquier otra cosa. Esto puede combinarse con rutas excitatorias o inhibitorias hacia la Gnosis. Si usas un mantra como base del conjuro, puedes cantarlo (en voz alta o no) hasta que parezca que el canto tiene vida propia. Con la práctica, serás capaz de juzgar por ti mismo el momento apropiado para "arrojar" el conjuro al vacío y completar así tu ritual.


Un proyecto de Brujería

Para este proyecto observa las técnicas de brujería anteriormente mencionadas, escoge al menos tres distintas (p. ej. sígiles, velas, cuerdas) y experimenta con ellas por un periodo de dos meses. Busca y descubre métodos distintos de lanzar conjuros, usando formas distintas de entrar en Estados Alterados de Consciencia. Puedes también, si quieres, probar a combinar métodos de brujería o intentar descubrir tus propios caminos a la brujería.


© Phil Hine


© de la traducción española Miguel AlgOl

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