"Es la música que hay en nuestra conciencia, el baile que hay en nuestro espíritu,
lo que no quiere armonizar con ninguna letanía puritana, con ningún sermón moral..."
(Nietzsche: Más allá del bien y del mal, 216)


¿Brujería con remordimientos?



Creo que no hay creencia en el Bien (como algo absoluto, objetivo, universal) sin remordimientos: Con las cosas que pesan sobre ti pero no emanan de ti nunca puedes estar tranquilo.

Con el nombre de Ley del Triple Retorno, o simplemente Ley del Tres, se conoce en los ambientes de la moderna corriente/religión de la Wicca una supuesta ley que disuadiría de practicar la Magia si con ello se puede causar daño a alguien. Así la describe, por ejemplo, la página web The Witches' Voice [La Voz de las Brujas]:

"La otra "ley" de la Brujería es la Ley del Triple Retorno. Básicamente es la ley natural de "causa y efecto". La Diosa nos encarga tener un gran cuidado en todo lo que, como brujas, hacemos, decimos e incluso pensamos. La Ley del Triple Retorno lleva el principio de que "recoges lo que siembras" un poco más allá... de hecho, TRES pasos más allá. Porque "lo que hagamos de bueno o de malo, nos será devuelto tres veces". En función de este hecho, las brujas no quieren causar ningún daño, so pena de que les sea devuelto en abundancia." 

Esta "ley" aparentemente funcionaría tanto con las "buenas" como con las "malas" obras de brujería, y parecería así alejada de cualquier moralina, pero es evidente que nadie desdeñaría que le lloviera por triplicado algún tipo de bienestar... Así que de hecho su efectividad como admonestación (como llamada al "gran cuidado") está sólo en el campo de las "malas obras".  “Mientras no dañes a nadie, haz tu voluntad”, dice la versión wiccana del principio de Thelema.

Lo primero que llama la atención en esta "ley" —sin entrar a hablar de su más que dudosa efectividad real y de la curiosa potencia elevada a tres que plantea ("original y dos copias", que diría un burócrata)— es la seguridad con la que divide el mundo y los actos humanos en él entre "Bien" y "Mal". La gente que sigue la corriente de la Wicca parecería tener clarísimo en todo momento qué es "bueno" y qué es "malo".

Sin entrar en asuntos sangrientos: Imagina que usas la brujería para conseguir que determinada persona que te gusta mucho se fije en ti. Pero hay un admirador secreto de esa persona que la pierde definitivamente al uniros vosotros. ¿Has hecho el "bien"? Para ti sí. ¿Has hecho daño? Para el otro sí. ¿Qué te volverá por triplicado, el sentimiento de amor que despertaste o el sentimiento de despecho que provocaste? Misterios de la brujería del Sendero de la Mano Derecha...

No sabemos cuándo la "Diosa de las brujas" hizo esta revelación a su feligresía; parece que el lugar más antiguo donde se expone esta curiosa "ley" es el libro High Magic's Aid [Asistente para la Alta Magia], una obra de ensayo-ficción publicada en 1949 por Gerald Gardner con el seudónimo de "Scire". La Ley del Tres se encuentra pues en los primeros textos fundacionales de la Wicca. Pero su filosofía no es un invento ex nihilo de Gardner. Phyllis Curott señala muy acertadamente sus profundas raíces:

"No hay duda de que la Ley del Triple Retorno no tiene sus orígenes en la misma Wicca. Refleja la influencia del concepto hindú de Karma ("lo que haces, recibes") que fue popularizado en este país [Gran Bretaña] sobre todo a partir de los años sesenta. Es igualmente el reflejo de un viejo principio de causa y efecto, presente en gran medida en las filosofías occidentales: nuestras acciones traerán consecuencias. Esta forma de pensar procede de las religiones y de la cultura en las que hemos sido educados. Es una reminiscencia de las ideas religiosas patriarcales vinculadas al castigo, la condenación y la noción de pecado." (Phyllis Curott:  Witch Crafting. Broadway Books, 2000.)

Frente a todo esto, comparad qué claro, qué siniestro, Aleister Crowley:

"Cada persona tiene el derecho a realizar su propia voluntad sin tener miedo de que pueda interferir con la de los demás. Ya que si está en su lugar apropiado, será problema de los demás si interfieren con ella." 



Miguel AlgOl

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