"Es la música que hay en nuestra conciencia, el baile que hay en nuestro espíritu,
lo que no quiere armonizar con ninguna letanía puritana, con ningún sermón moral..."
(Nietzsche: Más allá del bien y del mal, 216)


Labyrinthos Mythologicus

 por la Orden de los Nueve Ángulos

 

 

Nuestro Labyrinthos Mythologicus es (a) una versión moderna y amoral de una técnica frecuentemente utilizada a lo largo de la historia y que se encuentra en diferentes culturas y tradiciones, esotéricas o no, para probar y seleccionar candidatos, y (b) una parte de nuestra dialéctica siniestra, sinuosa, aviesa e irreverente.

Así nosotros, la Orden de los Nueve Ángulos, les presentamos a aquellos que son extraños a nuestra orden –y también a nuestros principiantes– una serie de pruebas, un moderno Labyrinthos Mythologicus, para determinar si son capaces de extraer o destilar nuestra esencia a partir de las aparentes contradicciones. Porque la mayoría, cuando se encuentra (consciente o inconscientemente) con alguno de nosotros en el mundo real, tiende a confiar totalmente en la información que ha recibido a través de medios como internet, en lugar de utilizar su propia intuición, capacidad de empatía, habilidades ocultas y criterio personal.

Porque los semejantes se atraen. Si confían acríticamente en el discurso de algún medio impersonal, sólo verán palabras y probablemente esas palabras les desconcertarán. Pero si poseen nuestra personalidad particular, simplemente conocerán y entenderán más allá del discurso y la desinformación que hemos sembrado durante más de cuarenta años para atrapar, seducir, confundir, disuadir, equivocar e incitar.

Porque somos elitistas sin complejos. En concreto, tenemos ciertos estándares y si alguien no cumple con nuestros requisitos, simplemente no es lo suficientemente bueno para nosotros.

Por lo tanto, aquellos que deseen seguir nuestro Camino Séptuple deberán cumplir con ciertos estándares físicos y llevar a cabo determinados rituales de grado. Si no llegan a realizar estas tareas, fracasan: no hay excusas. Pueden intentarlo de nuevo hasta que las completen con éxito y, por lo tanto, cumplan con nuestros estándares, o pueden irse a otro sitio. Sólo si tienen éxito serán parte de nuestra gente.

Por todo ello hay que tener presente que la ONA es un nexion de tipo shapeshifting –capaz de cambiar de forma. En el universo de los mundanos –en el mundo ordinario– la ONA se presenta como una fuente de confusión, oscura, laberíntica, una entidad satánica / no satánica, que existe / no existe / que nunca ha existido, que está / no está muerta, que es / no es nazi, que es / nunca ha sido una trampa –una trampa atractiva– y cuyos escritos a veces se contradicen. La ONA es simplemente / no es simplemente una leyenda urbana.

Como hemos dicho y escrito durante cuarenta años, esperamos que las personas trabajen las cosas por sí mismas y, por lo tanto, que sepan usar o desarrollar su propio juicio – y sus propias capacidades ocultas.

 

© Orden de los Nueve Ángulos
Año 122 de Fayen

© de la traducción española Miguel AlgOl

 

1 comentario:

Anónimo dijo...

En un contexto en el que las creencias operan como la principal forma de moneda de cambio e intercambio, tal como lo articuló Peter J. Carroll al señalar que su valor es limitado en comparación con la capacidad intelectual, se torna poco realista esperar que las mayorías exhiban una actitud genuinamente autocrítica o que asuman responsabilidad por sus opiniones y acciones.