La cámara de los espejos es una habitación con las paredes completamente cubiertas de espejos, o bien con un gran espejo iluminado en una de las paredes y el resto de la estancia en la más completa oscuridad. El objeto de esta habitación es producir estados alterados de consciencia, mediante la superposición de dos procesos altamente estimuladores de los niveles inconscientes de la mente:
a) La observación detenida y continuada de la propia imagen. Váse a este respecto la entrada El Demonio en el espejo. La contemplación de la propia imagen durante un largo tiempo se ha asociado a algo peligroso en las leyendas antiguas y modernas porque activa aspectos ocultos de la autoconsciencia, protegidos por la censura de nuestra psique mediante mecanismos de "terror".
b) El efecto Ganzfeld. Llamado así por la palabra alemana que significa "campo completo". El efecto Ganzfeld ha sido estudiado y utilizado por diversos laboratorios de investigaciones parapsicológicas para determinar las capacidades de percepción extrasensorial de determinados individuos. La visión continuada de las mismas imágenes reflejadas provoca un tipo de "privación sensorial" que activa imágenes interiores. La ausencia de estímulos exteriores lleva a la mente a buscar estímulos dentro de sí misma.
La cámara de los espejos permite que la mente perciba información visual que normalmente es censurada o filtrada durante la actividad de las ondas cerebrales beta que se produce durante la vigilia. En esta habitación las ondas cerebrales pasan a niveles alfa y theta, liberando esta imaginería hipnagógica.
La máquina de las ensoñaciones
La máquina de las ensoñaciones fue inventada por Brion Gysin y bautizada como Dreamachine (contracción de "dream machine"). Consiste en un largo cilindro opaco con agujeros, colocado en posición vertical y que gira de manera continua y a velocidad uniforme. Dentro del cilindro hay una lámpara muy luminosa. La luz de la lámpara llega a través de los agujeros de manera intermitente hasta la persona frente a ella, que se mantiene con los ojos cerrados. A través de los párpados percibe estos destellos continuos, que estimulan sus nervios ópticos.
La colocación de las aberturas del cilindro y la velocidad de rotación del aparato deben llegar a permitir entre 7 y 13 destellos de luz por segundo. Esto se acompasa con la frecuencia de las ondas cerebrales alfa.
En su forma estándar, la máquina de las ensoñaciones debe girar a 78 rpm. Mantenerse sentado ante la máquina, percibiendo sus destellos con los ojos cerrados, induce la aparición de imágenes interiores censuradas por la mente consciente.
Miguel AlgOl
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